CUARENTA ESTACIONES
2024-2025
Proyecto expositivo con curaduría de Fernando López Lage
La exposición propone un viaje a través de la materia y el tiempo donde la cerámica, como medio ancestral, se reconfigura para explorar la complejidad de la existencia en un contexto contemporáneo.
Las obras se presentan como un proceso de transformación e interacción entre los elementos fundamentales —tierra, agua, aire y fuego—, revelando el nexo ineludible entre lo humano y su entorno.
Inspirada en las estaciones, la propuesta indaga en los ciclos naturales como un sistema dinámico, interconectado y en constante devenir, desafiando la noción del ser humano como centro de la naturaleza o como mero espectador de un telón de fondo pasivo.
Cuarenta estaciones resulta un espacio para la observación sobre nuestra relación con el mundo natural. Las esculturas perennes y frágiles a la vez, en una fusión de lo orgánico y lo geométrico, invitan a repensar la temporalidad y la idea de la centralidad humana, instándonos a considerar nuestra posición en el entramado ecológico como una parte más de un todo. Y de tan sólo un mero instante en la vasta historia del universo.
El Día
La cerámica perpetúa la combinación efímera de los colores naturales, la vitalidad y el dinamismo de la luz. Cada pieza revela un cromatismo singular que captura la esencia del momento.
Cinco esculturas de pared, con una sutil diferencia en su pigmentación verde, remiten al transcurrir del día y la luz. Una iluminación cenital central incide en cada obra-objeto, creando una sombra específica del “gnomon” según la posición de las esculturas con respecto a ésta.
“Cuarenta estaciones”, una instalación compuesta por 120 piezas de cerámica pigmentada en una vasta paleta cromática, refiere a un repertorio estacional, a hojas de papel, de calendario. La composición, fluida y orgánica, va tejiendo una conexión con el acontecer del ciclo natural.
En los laterales de esta instalación principal, el registro fotográfico y cromático recopilado a lo largo de diez años arraigados al paisaje uruguayo.
A continuación, cuatro esculturas de pared exploran el movimiento cíclico y el color. Fundamentándose en la Teoría Aristotélica del color, una de las primeras que se tiene registro, cada elemento contribuye a la percepción de nuestra realidad: los colores de la tierra, del cielo, los del agua y el fuego.
A la izquierda de las mismas, una escultura de bulto compuesta por cuatro vasijas geométricas encastrables de cerámica al natural. Su contenido los elementos de la naturaleza, ontológicos en el proceso cerámico.
Al finalizar, dos esculturas metalizadas cierran el recorrido. Ambas interpelan al espectador acerca de los valores del mundo contemporáneo, la primera sobre los ciclos naturales, la segunda a modo de cierre, acerca del valor del tiempo real y del ficticio con una escultura-dispositivo similar a las que inician el recorrido.
La Tarde
En el exterior, un site-specific inmersivo propone un espacio de introspección. A modo de ritual, la instalación incluye cuatro vasijas geométricas encastrables de cerámica al natural. Su contenido los elementos de la naturaleza, ontológicos en el proceso cerámico.
En derredor a la obra, cuatro asientos que componen un círculo permiten a los visitantes interactuar con la instalación.
La Noche
Antes de ingresar a la sala, en la pared de la derecha, un díptico de esculturas de pared en blanco y negro. Nuevamente dos obras-dispositivo, iguales en su formato pero con diferente proyección de sombras debido a su color.
Al ingresar la oscuridad se interrumpe con una danza lumínica que transforma el espacio y evoca el ciclo lunar en su incesante repetición.
“Más de mil cielos", es una instalación compuesta por ocho piezas de porcelana y el registro de sonoro nocturno de la campiña uruguaya.
La iluminación secuenciada junto con el sonido ambiente, genera una atmósfera envolvente que conecta al espectador con la inmensidad y lo incognoscible del universo.
La exposición propone un viaje a través de la materia y el tiempo donde la cerámica, como medio ancestral, se reconfigura para explorar la complejidad de la existencia en un contexto contemporáneo.
Las obras se presentan como un proceso de transformación e interacción entre los elementos fundamentales —tierra, agua, aire y fuego—, revelando el nexo ineludible entre lo humano y su entorno.
Inspirada en las estaciones, la propuesta indaga en los ciclos naturales como un sistema dinámico, interconectado y en constante devenir, desafiando la noción del ser humano como centro de la naturaleza o como mero espectador de un telón de fondo pasivo.
Cuarenta estaciones resulta un espacio para la observación sobre nuestra relación con el mundo natural. Las esculturas perennes y frágiles a la vez, en una fusión de lo orgánico y lo geométrico, invitan a repensar la temporalidad y la idea de la centralidad humana, instándonos a considerar nuestra posición en el entramado ecológico como una parte más de un todo. Y de tan sólo un mero instante en la vasta historia del universo.
El Día
La cerámica perpetúa la combinación efímera de los colores naturales, la vitalidad y el dinamismo de la luz. Cada pieza revela un cromatismo singular que captura la esencia del momento.
Cinco esculturas de pared, con una sutil diferencia en su pigmentación verde, remiten al transcurrir del día y la luz. Una iluminación cenital central incide en cada obra-objeto, creando una sombra específica del “gnomon” según la posición de las esculturas con respecto a ésta.
“Cuarenta estaciones”, una instalación compuesta por 120 piezas de cerámica pigmentada en una vasta paleta cromática, refiere a un repertorio estacional, a hojas de papel, de calendario. La composición, fluida y orgánica, va tejiendo una conexión con el acontecer del ciclo natural.
En los laterales de esta instalación principal, el registro fotográfico y cromático recopilado a lo largo de diez años arraigados al paisaje uruguayo.
A continuación, cuatro esculturas de pared exploran el movimiento cíclico y el color. Fundamentándose en la Teoría Aristotélica del color, una de las primeras que se tiene registro, cada elemento contribuye a la percepción de nuestra realidad: los colores de la tierra, del cielo, los del agua y el fuego.
A la izquierda de las mismas, una escultura de bulto compuesta por cuatro vasijas geométricas encastrables de cerámica al natural. Su contenido los elementos de la naturaleza, ontológicos en el proceso cerámico.
Al finalizar, dos esculturas metalizadas cierran el recorrido. Ambas interpelan al espectador acerca de los valores del mundo contemporáneo, la primera sobre los ciclos naturales, la segunda a modo de cierre, acerca del valor del tiempo real y del ficticio con una escultura-dispositivo similar a las que inician el recorrido.
La Tarde
En el exterior, un site-specific inmersivo propone un espacio de introspección. A modo de ritual, la instalación incluye cuatro vasijas geométricas encastrables de cerámica al natural. Su contenido los elementos de la naturaleza, ontológicos en el proceso cerámico.
En derredor a la obra, cuatro asientos que componen un círculo permiten a los visitantes interactuar con la instalación.
La Noche
Antes de ingresar a la sala, en la pared de la derecha, un díptico de esculturas de pared en blanco y negro. Nuevamente dos obras-dispositivo, iguales en su formato pero con diferente proyección de sombras debido a su color.
Al ingresar la oscuridad se interrumpe con una danza lumínica que transforma el espacio y evoca el ciclo lunar en su incesante repetición.
“Más de mil cielos", es una instalación compuesta por ocho piezas de porcelana y el registro de sonoro nocturno de la campiña uruguaya.
La iluminación secuenciada junto con el sonido ambiente, genera una atmósfera envolvente que conecta al espectador con la inmensidad y lo incognoscible del universo.
CUARENTA ESTACIONES: La tierra, el agua, el aire y el fuego
Por Fernando López Lage
Por Fernando López Lage

dafne_kleiman_cuarenta_estaciones.pdf |
EL OCTAVO ESQUEMA
2023-2024
Del registro fotográfico recopilado durante diez años de residencia en el campo uruguayo, surge un ‘octavo esquema’ de armonía cromática (*). Uno propio de la naturaleza en el cual cada paisaje —en diversos horarios y estaciones— genera relaciones impensadas, vibrantes y plenas de vida. Con una armonía singular, fuera de toda teoría.
Por ello la fascinación por capturarla, a fin de inmortalizar esa magia divina. Primero en la fotografía, reproduciendo esa realidad. Luego en la obra, a través de la cerámica, perpetuando sus combinaciones efímeras; utilizando para ello ese octavo esquema deslumbrante que, con infinita gratitud, tomo prestado. En esta nueva serie persiste el encuentro y la convivencia armónica de la diversidad, tema que atraviesa mi obra. Confluyen el pasado gráfico y el presente, entre las arquitecturas geométricas urbanas y los colores de la naturaleza. (*) En referencia a los siete esquemas de armonía cromática de la teoría del color. Para este proyecto se emplea una paleta de 120 colores resultantes de un estudio aplicado a la cerámica con pigmentos puros, calcinas y engobes de distintos orígenes; mezclando y ajustando formulaciones en más de 500 pruebas durante seis meses.
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ESTUDIO DE COLOR APLICADO A LA CERAMICA
Luego de cuarenta años de vivir en la ciudad, me instalé en el campo uruguayo y dejé atrás un largo camino en Diseño Gráfico para introducirme en la producción artística en volumen. Haciendo a un lado el mundo del color virtual en dos dimensiones, me inicié en la escultura ajustándome al estudio de las formas puras con una paleta acotada al blanco, el negro y óxidos neutros. Pero poco a poco, los colores de la vida y el trabajo inmersos en la naturaleza se fueron permeando también en la obra. Emprendí entonces un estudio de color aplicado a la cerámica para obtener una gran variedad de opciones como solía disponer en el medio gráfico. También, para determinar previamente el color final de las piezas tras la horneada y evitar las variaciones por temperatura, tipos de pigmento y variedades de pastas cerámicas, entre otros factores. |
A lo largo de seis meses, probé pigmentos puros, calcinas y engobes de distintos orígenes, mezclando y ajustando formulaciones hasta obtener más de 100 opciones de unas 500 pruebas realizadas. Tan sólo una síntesis de la infinita variedad que ofrece la naturaleza.
EL OCTAVO ESQUEMA #1, 2023
Escultura de pared de 5 piezas encastrables Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Superficie 60x50x8 cm |
EL OCTAVO ESQUEMA #2, 2023
Escultura de pared de 4 piezas encastrables Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Superficie 60x44x8 cm |
EL OCTAVO ESQUEMA #3, 2023
Escultura de pared de 4 piezas encastrables Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Superficie 37x45x8 cm |
EL OCTAVO ESQUEMA #4, 2023
Escultura de pared de 4 piezas encastrables Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Superficie 40x40x8 cm |
EL OCTAVO ESQUEMA #5, 2023
Como viene, se va | Pieza izquierda Escultura de pared en díptico. 3 piezas encastrables c/u Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Izquierda: Superficie 62x48x9 cm |
EL OCTAVO ESQUEMA #5, 2023
Como viene, se va | Pieza derecha Escultura de pared en díptico. 3 piezas encastrables c/u Gres chamotado policromado con engobes Medidas variables Derecha: Superficie 60x47x9 cm |
HUELLAS MINIMAS
2021-2022
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A modo de puente entre un pasado gráfico en la ciudad y un presente inmerso en la naturaleza y el arte, esta serie explora formas y relieves mediante una técnica de prensado y abstracción geométrica como lenguaje para trabajar sobre la esencia de la vida, el lugar del mundo que habitamos y la interacción con un contexto complejo.
Realizadas en un intencionado pequeño formato, las piezas proponen detenerse y tomarse el tiempo para la contemplación, la reconexión y el despertar un sentido de responsabilidad tomando conciencia sobre nuestras acciones que siempre dejan huella. Aunque a veces resulten imperceptibles. HUELLAS MINIMAS, 2022
Serie de dípticos realizados con técnica de presión derivada del grabado Murales blancos, óxido de estaño Murales negros, engobe negro bruñido 27x22 cm con marco HUELLAS MINIMAS GOFRADOS, 2022
Serie de papel gofrado utilizando una matriz cerámica original y una laminadora para arcilla como prensa. Papel Canson Acrylique 400 g 27x22 cm con marco HUELLAS MINIMAS, 2021
Serie de dípticos realizados con técnica de presión derivada del grabado Murales blancos, óxido de estaño Murales negros, engobe negro bruñido 19x14.5 cm con marco 20x16 cm con marco 22x17.5 cm con marco 25x20 cm con marco |
SALIENDO DE LA CAJA. Una experiencia creativa
2020-2022
Saliendo de la caja es un proyecto realizado durante dos años atravesados por la pandemia del Covid19. Se compone por un juego de caracter participativo con dos marcos (canvas) y cincuenta y seis piezas cerámicas confeccionadas con la deconstrucción de mosaicos seriados en base a una obra original.
Empleándo las piezas de ambos lados y en cualquiera de los soportes indistintamente, se plantea el ejercicio creativo de recomponer, en forma lúdica, nuevas configuraciones LIBRES. De este modo, nace una serie de murales que se nutre y extiende a lo largo de dos años. Un período singular que nos movilizó a repensar la existencia en forma colectiva e individual y nos dirigió a ejercer forzadamente la resiliencia. La obra propone la experiencia de deconstruir para reconstruir, reaprender y reflexionar sobre la permanencia de las cosas. Ir y venir, seguir probando si no va, soltar estructuras y prejuicios, reconfigurar, liberarse y volver al juego son algunas de las estrategias que facilita. En soledad o en equipo, ofrece la posibilidad de crear y REcrear, hasta con los mismos recursos que uno posee. |
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SALIENDO DE LA CAJA
INSTANCIA PARTICIPATIVA | Buenos Aires, 2022
INSTANCIA PARTICIPATIVA | Buenos Aires, 2022
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SALIENDO DE LA CAJA
INSTANCIA PARTICIPATIVA | Maldonado, 2021 |
SALIENDO DE LA CAJA
INSTANCIA PARTICIPATIVA | Punta del Este, 2021 |